viernes, 12 de diciembre de 2008

Manoel de Oliveira 100 añazos

Desde luego, Manoel de Oliveira no pasa por se mi director favorito, ni mucho menos. De hecho, el tipo de cine que propone me disgusta bastante... aunque entre su extensísima producción tengo visto alguna película que, como diría el pato, le juega.Además tengo que reconocerle, y supongo que él estará muy feliz de que el Obispo se lo reconozca, es un muy buen realizador.
Al margen de todo esto, lo que desde luego es destacable de este realizador portugués, es que ayer cumplió 100 añazos y sigue al pie del cañón. Y desde hace casi 30, hace una peli cada año.
Pero,todavía más relevante, es ver como se conserva el tío... tiene mejor aspecto que Clint Eastwood(bueno, no, pero joder es flipante parece que como mucho tiene 70).

3 comentarios:

cousa pequena dijo...

No conozco las peliculas, pero firmo ahora mismo para llegar a 100 tan bien!

Anónimo dijo...

O ano pasado (ou foi fai dous? da igual) puxeron un especial en Cineuropa... non fun. Será un xenio pero ten unha pinta de aburrido... pero bueno, esto é falar por falar, dende a ignorancia, non así cando critico a BSG4 ou o Planeta dos Simios, ou Indiana Jones, ou outras moitas. Neses casos falo con coñecemento dos feitos e cunha mente fría, deixando de lado sentimentalismos infantiloides.

Anónimo dijo...

Mira, mira... es un intento de hostia por parte de 3000 y pico orcos... pero,uuuuy falló.

Manoel de Oliveira, por lo general es un puto coñazo(no tiene la culpa, es Cine europeo, cine de autor y aún por encima portugués) No obstante, su talento como realizador es incuestionable(y para eso sólo hace falta ver escenas sueltas)
Recuerdo, vagamente, alguna pelicula que vi de él y después dije"bah, pues no fue tan insoportable como pensaba. Joder, hay cosas mucho peores.. como toda la basura que hace Ken Loach. Dios, si que hay que ser pedante y relamido para que te gusten las basurillas que hace ese director tan casposo"
La esencia del post fue recogida por cousa pequena, los 100 años tan bien llevados por el tío, y arrancada de cuajo por un comentario absurdo, de los cada vez más perdidos, orcos.